El cable transoceánico TAM-1: el invisible impulso que está transformando la conectividad de Costa Rica

Por Deyber Fonseca Araya el Thursday, December 18, 2025

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Cada vez que enviamos un mensaje, vemos una serie en streaming o participamos en una videollamada, damos por sentado que Internet “simplemente funciona”. Pero detrás de esa aparente inmediatez existe una infraestructura silenciosa, gigantesca y estratégica. Una de las piezas más importantes de esa infraestructura acaba de llegar a Costa Rica: el cable transoceánico TAM-1.

El TAM-1 (Trans Americas Fiber System) es un cable submarino de fibra óptica que recorre miles de kilómetros bajo el océano Atlántico, conectando Centroamérica con grandes centros de datos internacionales, especialmente en Estados Unidos. Aunque no lo vemos, este cable es, en términos simples, una autopista digital por la que viaja la información que usamos a diario.

¿Por qué es tan importante este cable?
Hasta ahora, Costa Rica dependía de una capacidad internacional limitada para conectarse con el resto del mundo. El TAM-1 cambia radicalmente ese panorama. Con su entrada en operación, el país aumentará hasta 23 veces su capacidad de conectividad internacional, un salto histórico en infraestructura digital.

Este aumento no es solo un número técnico. Significa que el país podrá manejar muchos más datos al mismo tiempo, con menor latencia (menos retraso) y mayor estabilidad. En la práctica, esto se traduce en conexiones más rápidas, menos interrupciones y una mejor experiencia para millones de usuarios.

Para el ciudadano común, el TAM-1 impacta directamente en actividades cotidianas: videollamadas más estables, clases virtuales sin cortes, juegos en línea con menor retraso y plataformas de streaming que cargan de forma más fluida. Todo esto es posible gracias a una red más robusta y moderna.

En el ámbito empresarial, los beneficios son aún más profundos. Una mejor conectividad internacional vuelve a Costa Rica más atractiva para empresas tecnológicas, centros de datos, servicios en la nube y proyectos de innovación digital. El cable no solo conecta al país con Internet: lo conecta con oportunidades de inversión, empleo y desarrollo tecnológico.

La llegada del TAM-1 posiciona a Costa Rica como un nodo estratégico de conectividad en la región, fortaleciendo su papel en la economía digital latinoamericana. Esto abre la puerta a servicios más avanzados, al crecimiento del comercio digital y a una mayor adopción de tecnologías como inteligencia artificial, telemedicina y trabajo remoto a gran escala.

En un mundo cada vez más interconectado, los países que invierten en infraestructura digital no solo mejoran su Internet: aseguran su competitividad futura. El TAM-1 es una muestra clara de que Costa Rica está apostando por ese camino.

Aunque nunca lo veamos, este cable submarino ya está marcando un antes y un después. Porque en la era digital, quien controla sus conexiones, controla su futuro.

Saludos amigos

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